FOTOGRAFÍA MINIMALISTA JAPONESA

 

FOTÓGRAFOS JAPONESES, DEL MINIMALISMO AL EXTREMISMO

Japón es un país lleno de contrastes que ha sabido adaptarse y que convivan en él las artes y tradiciones más ancestrales y la tecnología más avanzada. Así son, pues, los artistas que de ahí nacen. Algunos delicados como flores de cerezo y otros atrevidos como luces de neón. Hoy os vamos a hablar de tres fotógrafos de origen nipón, completamente distintos, pero que se convirtieron en auténticos maestros de la fotografía contemporánea y analógica.

                                        Masao Yamamoto, el fotógrafo minimalista.

Masao Yamamoto es conocido por su fotografía minimalista en pequeño formato. Fotógrafo, principalmente de desnudos y bodegones es considerado un auténtico poeta visual, un creador de haikus, por la belleza y delicadeza que transmite a través de sus imágenes. Imágenes que poseen un aspecto avejentado y desgastado, que el autor quiere darles, por parecer, de esta forma recuerdos. Un fotógrafo, poeta y creador de recuerdos que se siente cómodo entre los blancos y negros.

Hiroshi Sugimoto, el fotógrafo del horizonte interpretativo

Las fotografías de Sugimoto ofrecen un interminable abanico de interpretaciones al espectador. Desde la serie de fotografías “Seaside” que muestran el horizonte desde la orilla de diferentes mares hasta su serie “Portaretratos”, una inverosímil (por la época) e hiper realista representación de personajes famosos de todos los tiempos. Hiroshi Sugimoto nos revela, a través de su objetivo su grandísima capacidad para mostrarnos el mundo, su mundo, el mundo que quiere enseñarnos y que, desde luego deja a nuestra total y libre interpretación.

Nobuyosi Araki, el fotógrafo del fetiche

Nobuyosi es, sin duda, el más controvertido de los fotógrafos que hoy presentamos en este monográfico sobre fotógrafos de origen japonés. Nobuyosi. Nobuyosi es el fotógrafo del erotismo, del cuerpo femenino y, de hecho, su primer trabajo fue el realizado a su propia mujer durante su luna de miel. Acusado de misoginia, alabado y atacado a partes iguales, comenzó en el mundo de la fotografía inmortalizando, sobre todo, escenas callejeras y mendigos. Más tarde se centraría, casi en exclusiva en el cuerpo de la mujer, y más concretamente en el sexo de la mujer y con la mujer como protagonista de su obra, hasta llegar a su trabajo más íntimo y personal, “Winter Journey”  una despedida a su mujer, su compañera, su musa, su alma mater y protagonista de muchas de sus obras, un recorrido de 6 meses desde el diagnóstico de un cáncer hasta el fin de sus días.